martes, 28 de febrero de 2012

Reportaje: Love of a Lifetime by Annie Leibovitz.


LOVE OF A LIFETIME by ANNIE LEIBOVITZ
VOGUE US, December 2008.

Es más que evidente la inspiración en la obra  Romeo and Juliet (1597) de Shakespeare.








jueves, 23 de febrero de 2012

PINTURA por PINTURA.

He aquí una pequeña selección de pinturas para la sección del jueves. 
La pintura retratándose a si misma desde las Kunstkammern de inicios del siglo XVII hasta los grandes museos de finales del XIX.

Het schilderijenkabinet van Sebastiaan Leerse (1610), Frans Francken II, KMSKA.

 El sentido de la vista (1618), Jan Brueghel, Museo del Prado.

De kunstkamer van Cornelis van der Geest (1628 circa), Willem van Haecht, Rubenshuis.

Apelles schildert Campaspe (1630 circa), Willem van Haecht, Mauritshuis.

Galerie eines Sammlers (1630-1640 circa), Frans Francken II, Sammlung Schönborn-Buchheim.

Kunst- und Raritätenkammer (1636), Frans Francken II, Kunsthistorisches Museum Wien.

Erzherzog Leopold Wilhelm in seiner Galerie in Brüssel (1647-1651 circa), David Teniers II, Museo del Prado.

Erzherzog Leopold Wilhelm in seiner Galerie in Brüssel (1651 circa), David Teniers II, Kunsthistorisches Museum Wien.

Enseigne de Gersaint (1721), Jean Antoine Watteau, Schloss Charlottenburg.

L'Atelier du peintre (1746), Pierre Subleyras, Akademie der bildenden Künste, Wien.

Galleria del cardinale Silvio Valenti Gonzaga (1749), Giovanni Paolo Pannini, Wadsworth Atheneum.

Galleria di quadri con viste dell’antica Roma (1758), Giovanni Paolo Pannini, Louvre.

Galleria di quadri con viste della Roma moderna (1759), Giovanni Paolo Pannini, Louvre.

Tribuna of the Uffizi (1772-1778), Johann Zoffany, Royal Collection, Windsor Castle.

Une galerie de musée (1790-1810 circa), Hubert Robert, Louvre.

Projet d'amenagement de la Grande Galerie du Louvre (1796), Hubert Robert, Louvre.

Vue de la Grande Galerie du Louvre (1796), Hubert Robert, Louvre.

La Grande Galerie aprés 1801 (1801 circa), Hubert Robert, Louvre.

Gallery of the Louvre (1831-1833), Samuel Morse, National Art Gallery.

Nuevo Hermitage, Sala de la Escuela Flamenca (1854), Edward Petrovich Hau, Hermitage.

Nuevo Hermitage, Gabinete de la Escuela Italiana (1859), Edward Petrovich Hau, Hermitage.

Palacio de Invierno, Cuarta sala de la Galería de Guerra (1864), Edward Petrovich Hau, Hermitage.

Vue de la Grande Galerie du Louvre (1860-1870), Victor Duval, Louvre.

Le Salon Carré en 1865 au Musée du Louvre (1865), Giuseppe Castiglione, Louvre.

Salle Rubens au Louvre (1904), Louis Béroud, Louvre.

miércoles, 22 de febrero de 2012

La familia Farnese. Los mecenas olvidados.

La ascensión de los Farnese estaba destinada a empezar de forma galante. Los Médicis tuvieron sus bancos, los Farnese su seducción; los Médicis tuvieron a Lorenzo il Magnifico y los Farnese a tuvieron a Giulia.


Ambas familias se convirtieron a lo largo de las décadas en símbolos del prestigio, poder, riquezas y refinamiento que fueron capaces de alcanzar las grandes familias italianas durante los siglos XV, XVI y XVII. Los Médicis y los Farnese tuvieron orígenes distintos, pero sus historias discurrieron de forma bastante paralela, ambos dieron al menos un papa a la Historia, ambos gobernaron estados propios e independientes y ambos fueron mecenas ejemplares. La Historia, no carente de ironía, les guardó, también, un final parecido, sus lacradas familias se extinguirían en las primeras décadas del siglo XVIII.

Genealogía simplificada de los Farnese

Pero la aventura de esta familia empezó en las oscuras tierras de la Umbría, en donde los Farnese, terrateniente bien afincados, vivieron siempre a la sombra de la administración papal. Fue el patriarca Rannuccio il Vecchio (1390-1450) quien comenzó a codearse con la nobleza y quien gozó bajo los pontificados de Martino V (1417-1431) y Eugenio IV (1431-1447) de importantes cargos, entre ellos el de condottiero de los ejércitos papales.

El hijo de Rannucio, Pier Luigi (1420-1478), supo seguir los pasos de su padre, pero lo mejor que supo hacer fue casar (1489) a su bella hija Giulia Farnese (1474-1524) con Orsino Orsini cosa que selló el acceso de los Farnese en el cerrado grupo de la nobleza romana.

Supuesto retrato de Giulia Farnese (1475-1524) por Raffaello.

Una vez en Roma, la seductora Giulia pronto entabló relaciones con el cardenal Rodrigo Borgia (1431-1503) que en 1492 se convirtió en el papa Alessandro VI. La relación de Giulia con el sumo pontífice fue determinante para la ascensión de la familia que empezó a codearse con los Medici o los Della Rovere, lo más granado de la aristocracia romana.

Supuesto retrato de Alessandro Farnese il Vecchio (1468-1549).

Pero el que sacó mayor partido del éxito de Giulia fue su hermano Alessandro il Vecchio (1468-1549). El joven, destinado a la carrera eclesiástica, tuvo una promoción fulgurante y en 1493, Alessandro VI lo nombró cardenal. Pero la muerte del papa en 1503 no frenó su carrera, pues Alessandro, hábil consejero y estadista, mantuvo buenas relaciones con Giulio II (1503-1513), Leone X (1513-1521) y Clemente VII (1523-1534). Alessandro prosiguió su ascensión acumulando cargos dentro de la jerarquía eclesiástica y la administración papal. Finalmente, en el año 1513, se decidía a empezar la construcción de un inmenso palacio en Roma, digno de su rango y poder. El palacio fue encargado al célebre Antonio da Sangallo (discípulo del mismo Bramante), su objetivo era triple: mostrar el poder de los Farnese, servir de residencia a los hijos del cardenal Alessandro y alojar las extensas colecciones de arte que la familia estaba amasando.

Palazzo Farnese, Roma.

Palazzo Farnese - Cortile.

Sin embargo no fue hasta 1534 cuando el nombre de los Farnese quedo escrito en letras mayúsculas en la Historia, pues ese año Alessandro fue elegido papa. Rigió con el nombre de Paolo III (1534-1549) y entre sus realizaciones más importantes caben citar el encargo a Michelangelo del fresco del Juicio Final en la Sixtina (1535) o la convocación el Concilio de Trento en 1545. Paolo III también aprovechó su pontificado para asegurar el porvenir de su hijo natural, Pier Luigi (1503-1547).

Pier Luigi, de carácter impetuoso y cruel, fue un hábil mercenario y participó en el Saqueo de Roma (1527) al mando de las tropas imperiales, hecho que le valió la excomunión. Ya en el solio pontificio, Paolo III decidió otorgarle a su hijo un feudo hereditario que pudiera asegurar la posición  de sus descendientes en la península. El papa, no sin cierta oposición, separó dos regiones al norte de los Estados Pontificios para crear los Ducados de Parma y Piacenza, que fueron otorgados a Pier Luigi en 1545. Sin embargo el gobierno despótico del nuevo duque hizo, que solo dos años después, fuera asesinado en una conjura de nobles.

El hijo de Pier Luigi, Ottavio (1524-1586), heredó los ducados ahora ambicionados por el Rey de Francia y el Sacro Emperador Carlos V, el conflicto no se dirimiría hasta 1556, cuando Ottavio recuperó sus territorios y se puso bajo la protección de nuevo Rey de España, Felipe II (1556-1598). A partir de entonces el Ducado de Parma y Piacenza emergía como entidad independiente en la Península Itálica y como auténtico feudo de los Farnese.

El papa Paolo III (centro) con sus nietos (nipoti) el cardenal Alessandro Farnese il Giovanne (izquierda) y Ottavio Farnese, duque de Parma (derecha.)

Sin embargo, a la dinastía aún le quedaba un último gran representante ante la corte papal: Alessandro il Giovanne (1520-1589), hijo de Pier Luigi y hermano de Ottavio, duque de Parma. Alessandro, hizo carrera eclesiástica como su abuelo quien, en 1534, y con tan solo catorce años, lo nombró cardenal. El joven Alessandro, llamado el “Gran Cardinale”, se encargó de proseguir las faraónicas obras del Palazzo Farnese y sobretodo de llenarlo de valiosas antigüedades. Gran mecenas y aficionado al arte fomentó excavaciones arqueológicas por toda la ciudad, pero las más notables fueron las que tuvieron lugar en la Termas de Caracalla, donde piezas tan famosas como el Ercole Farnese vieron la luz. La muerte de su abuelo Paolo III en 1549 no disminuyó ni su poder ni su riqueza, pues en 1559 encargó a Vignola de reconstrucción del Palazzo Farnese en Caprarola, que adquirió un aspecto monumental y una decoración exquisita, asimismo se construyó un frondoso jardín con extravagantes fuentes y grutas. En 1580, solo nueve años antes de su muerte, el cardenal adquirió la famosa Villa Chigi (con exquisitas decoraciones de Raffaello), que fue renombrada Villa Farnesina. Alessandro Farnese fue el último representante de importancia de la familia que residió en Roma. A partir de entonces los Farnese prefirieron residir en sus ducados y lentamente el fabuloso Palazzo Farnese (terminado en 1589) se fue vaciando de sus tesoros.

Una de las piezas maestras de la colección Farnese: el Ercole Farnese.

Palazzo Farnese, Caprarola.

Jardines y casino del Palazzo Farnese de Caprarola.

La Villa Chigi en Roma, reconvertida en Villa Farnese a partir de 1580.

Mientras tanto, en Parma, Ottavio era sucedido por su hijo Alessandro (1545-1592), que pasaría a la historia como uno de los grandes militares al servicio de Felipe II de España.

Poco a poco, sin embargo, los Farnese se retiraban a sus bastiones del norte a medida que su influencia en Roma disminuía y sobre todo a partir de las Guerras de Castro (1639-1649) que les enfrentaron con el papado. Los fabulosos tesoros que la familia había amasado durante el siglo precedente se concentraban en Parma donde eran alojados en los monumentales Palazzo della Pillotta y Palazzo del Giardino, al mismo tiempo, el fastuoso Teatro Farnese (1617-1618) se convertía en centro de extravagantes fiestas barrocas.

Palazzo Ducale de Parma en 1835, la residencia sería destruida durante los bombardeos de la II Guerra Mundial.

El Teatro Farnese, reconstruido despues de la II Guerra Mundial.

Palazzo del Giardino en Parma, donde se alojaba parte de la colección familiar.

Ni la progresiva pérdida de influencia política ni el acuciante endeudamiento mermaron el esplendor de la dinastía. Pero la muerte del duque Antonio I (1679-1731) a causa de su propia obesidad supuso un punto y aparte. La falta de herederos masculinos barones hizo recaer toda la herencia en su sobrina, la impetuosa Isabel de Farnesio, reina de España al ser esposa de Felipe V de Borbón (1700-1746). Isabel, no pudiendo heredar por ser mujer, pasó los derechos a su hijo Carlos, nuevo duque de Parma y Piacenza. Pero en 1738, el tratado de paz que ponía fin a la Guerra de Sucesión Polaca (1733-1735), obligó a Carlos a escoger entre los pequeños territorios de Parma o el opulento reino de Nápoles y Sicilia, y escogió este último. Parma y Piacenza pasaron a manos de los Habsburgo, pero antes Carlos hizo trasladar todas las colecciones a Nápoles; armaduras, cuadros, esculturas, antigüedades, etc, partieron hacia el sur y Parma quedó vacía. Por esa razón, los tesoros de los Farnese se exhiben hoy en Nápoles, en el Museo de Capodimonte y en el Museo Archeologico, junto a los tesoros de Pompeya y Herculano.

Antonio I, Duque de Parma y último Farnese que rigió sobre Parma y Piacenza, entre 1727 y 1731. 

Elisabetta Farnese (1692-1766), conocida como Isabel de Farnesio, esposa de Felipe V de España (1700-1746) y última representante de la ilustre familia.  

El Infante Carlos de Borbón, que heredó todos los bienes de los Farnese antes de convertirse en  Carlo VIII di Napoli (1738-1759).
No obstante, en 1748, al término de la Guerra de Sucesión Austríaca (1740-1748), el ducado fue otorgado otra vez a Isabel de Farnesio que lo cedió a su segundo hijo, el infante Felipe (1720-1765), fundador de la dinastía Borbón-Parma que se mantendría a la cabeza del ducado hasta que en 1861 fue incorporado al naciente Reino de Italia.

martes, 21 de febrero de 2012

Reportaje: Nicole Kidman by Steven Meisel.

Inicio la sección que voy a dedicar a diversos reportajes fotográficos, principalmente aquellos aparecidos en revistas de moda.

NICOLE KIDMAN by STEVEN MEISEL
VOGUE US, June 1999.

Un exquisito reportaje inspirado en los retratos del célebre pintor norteamericano, John Singer Sargent (1956-1925).