martes, 2 de enero de 2018

Habitar el Palacio Real 00 - Introducción

[NOTA: esta serie de entradas sobre el patrimonio real español, se trasladan a una nueva cuenta:


Un palacio es una casa. Por eso, en primer lugar, debe ser siempre un edificio organizado y funcional, como un reloj, un palacio no puede ser una simple colección de estancias bonitas. En segundo lugar, un palacio habitado durante largo tiempo está sujeto, más que ningún otro tipo de edificio, a los cambios. Cambios que no son mero capricho del soberano, sino, con frecuencia, exigencias de la moda, nuevas necesidades simbólicas, cambios de costumbres, mejoras en la comodidad o incluso algo tan prosaico como las estrecheces presupuestarias.

En la Europa actual, la mayoría de los palacios abiertos al público optan por un “esquema maximix”, es decir, en una única visita, el visitante observa, solapadas, distintas épocas, con distintos inquilinos, decoraciones y costumbres. Ciertamente, este es el esquema más lógico y más fácil para mostrar al público un edificio habitado durante décadas o incluso siglos. Sin embargo, este esquema hipercomprimido y holístico también tiene sus desventajas, el visitante nunca entenderá como se usaba y como se vivía el palacio en un periodo determinado pues se le exigirá que los comprenda todos a la vez.

Con tal de sortear las complicaciones que esto puede ocasionar, he decidido dedicar una serie de artículos al Palacio Real de Madrid. Cada artículo se dedicará a un reinado y a las estancias principales de dicho reinado. En ningún momento, la intención será enumerar cada uno de los objetos presentes en las salas, sino que se buscará ofrecer una visión global sobre esquemas decorativos de cada época y, en la medida de lo posible, ofrecer información sobre el uso y la función de cada una de las estancias. Al fin y al cabo, como he dicho al principio, un palacio es una casa.


Fernando VII
Isabel II
Alfonso XII y Alfonso XIII

Para animar esta primera entrada una selección de imágenes relativas al proyecto inicial de Sachetti para el Palacio Real Nuevo.

El proyecto de Sachetti también incluía la reforma de las áreas circundantes y la demolición de la vieja Casa del Tesoro (K) de la época de los Austrias.

El proyecto definitivo (1747) de Sachetti para la planta principal del palacio, que se dividía en tres grandes aposentos o appartements: los del Rey (azul), los de la Reina (rosa) y los de los Príncipes de Asturias (amarillo). El Rey y la Reina disfrutaban cada uno de una escalera independiente. La Reina disponía de dos dormitorios, el habitual (al sur) cerca del del Rey; y el de ceremonia (en el extremo norte).

Sección de las escaleras del Rey y de la Reina en el primer proyecto de Sachetti (1744). El salón entre ambas debía destinarse a bailes y fiestas.


Acuarela representando el proyecto final (1747) de Sachetti para las escaleras, formadas con un compleja disposición de las rampas con siete ramales y unos elaborados estucos y frescos tardobarrocos en el techo.


Acuarela representando el proyecto de Sachetti para la Galería de la Reina, que jamás de construyó.

Quien desee saber más sobre las génesis y la evolución de la planta principal del palacio debería leer el artículo de José Luis Sancho "La planta principal del Palacio Real de Madrid" en la revista Reales Sitios, 109, 1991. También es indispensable la guía oficial del palacio, escrita por el mismo autor y reeditada varias veces.